miércoles, 20 de abril de 2016

Me cuenta historias de fantasmas, de niños muertos que aparecen a los pies de tu cama con un mensaje del más allá, de experiencias cercanas a la muerte, de viajes astrales con vistas cenitales de tu propio cuerpo postrado en la mesa de un quirófano. Pero nada de esto me inquieta porque a los quince - la edad que toca - ya pasé por todo esto y sacié mi curiosidad con toda aquella literatura "prohibida" que busqué -camuflada en estanterias dedicadas a la psicología- sobre mancias, telequinesias y poderes de la mente varios...
Pero a pesar de toda esa información que adquirí, resultó que "El Poder de la Psicotronía" no funcionó, nunca me fue útil para doblegar la voluntad de aquella chica de ojos verdes, ni tan siquiera para deshacer una nube con solo concentrarme y desearlo: ni antes ni ahora. No todo está en los libros.

domingo, 10 de abril de 2016

Antes tenía de todo.
Ahora soy un hombre hueco.
Antes rebosaba de cosas y ahora no tengo nada. Y antes llenaba otras cosas con mis cosas y ahora soy como un... chifonier viejo y vacío en una habitación oscura.
Primero fueron las llaves y luego el aparcamiento del coche. El otro día los fogones encendidos y comida en los cajones del armario y calcetines en el congelador.
Las cosas se fueron desparramando por el camino, lentamente y de manera desordenada. Una noche perdí el amor y a la mujer que dormía a mi lado. Y al otro día unos chicos me cogían de las manos, con fuerza pero sin violencia, y decían “papá” pero yo solo quería salir a respirar el aire fresco de la madrugada.
La luz del día me traspasa, me inunda un instante y luego se va, pero casi todo es oscuridad aquí. La oscuridad y un niño que a veces viene y me dice cosas agradables, que me hace gestos y sonríe; hay algo conocido en él.
Y sigo hueco en esta habitación, con esta mujer que pregunta cosas: día, año y qué presidente manda… ¡y a quién le importa si las cosas que me dicen entran y luego se caen a mis espaldas!
- A ver, memorice las siguientes palabras: bicicleta, cuchara, manzana – dice la mujer de blanco. Pero yo sigo hueco.