martes, 2 de noviembre de 2010

Halloween de Todos los Santos: A miedo's Tale

Renovarse o morir.

Renovarse o morir debió pensar Margalida Castanyé la primera vez que vió a unos chiquillos disfrazados a la puerta del colegio cuatro meses antes de Carnaval.
Renovarse o morir debió pensar Margalida Catanyé la primera vez que oyó explicar al hombre del tiempo de Tv3 por qué ya no hacía frío a finales del Otoño:el cambio climático, dijo.
Tantas novedades - pensó -, ¡y a su edad! Por eso la alternativa cada vez le parecía menos descabellada. Pero no sería ella la que moriría, serian los otros, aquellos que se empeñaban en desmantelar su "status quo" en pos de una modernidad mal entendida y el negocio.

Le sorprendió lo sencillo que resultó su primera vez.

Unos adolescentes llamarón a su puerta una tarde, oscura ya pese a lo temprano de la hora, (por lo del horario de invierno,ya saben, otra gilipollez de la modernidad), y le gritaron a bocajarro: - ¿Truco o trato?. Margalida Catanyé, que acababa de regresar a casa después de pasar una larga e improductiva tarde calurosa del mes de Noviembre frente a su puesto de castañas y boniatos al lado del colegio Virgen de la Regla, aún llevaba en la mano su vieja espumadera. Entonces sintió como la rábia le embargaba de una manera súbita y descontrolada, su rostro se encendió y notó como todo su ser quemaba como una brasa incandescente. Sin mediar palabra y con una fuerza desconocida en una vieja como ella, golpeó el cuello de uno de los adolescentes con el filo de la pala de la espumadera y la sangre empezó a brotar. El otro joven empezó a gritar viendo a su amigo caer el sobre el charco de su propia sangre, pero Margalida Castanyé le ahogó sus gritos metiéndole en la boca un puñado de castañas que sacó de uno de los bolsillos de su delantal de cuadros. Lo que después sucedió no se entiende sin la colaboración de unos vecinos que regentan un Kebab, pero sólo os diré los que cuerpos de los chicos nunca fueron hallados y que hoy en día Margalida Castanyé es al propietaria de almenos otros dos establecimientos de comida rápida.

jueves, 30 de septiembre de 2010

El año del cometa le toqué una teta.

El año del cometa le toqué una teta.Entonces le dije que fue un accidente y le pedí perdón, pero en realidad no fue así.Imagino que el inconsciente de mi subconsciente me traicionó.

Siempre he tenido un subconsciente muy traidor, como si una mano maligna hubiera quitado el filtro que todos debiéramos tener entre el cerebro y la boca; ese filtro que impide que la mayoria de ustedes rían en un funeral cuando alguien se acerca a la compungida viuda o viudo y le dice "lo siento" y automáticamente, como un resorte, nos viene a la memoria aquel chiste tan malo que...¡bueno ya saben cual! En definitiva, que además de carecer de ese filtro también andaba escaso de otro: el que va de los ojos a las manos, como los bebés,¡ pero es que ella me gustaba tanto!

Ella era una chica tan dulce como arisca, tan altiva como humilde, tan simpática como estúpida y sobre todo tan bonita como desproporcionada, algo que suele suceder a esas edades, ya saben ustedes, las hormonas y tal.
Lo que más llamaba la atención de ella,(siempre según el estado del que mira, y cuando digo estado me estoy refiriendo a una glándula endocrina de metro sesenta de altura y sesenta y cinco quilos de peso),
eran sus pechos decididamente anormales para su edad, la edad en que la constante de la aceleración de la gravedad carece de sentido.

Los dias, pocos, en los que uno andaba de la mano de Platón, respirando Primavera en el húmedo aire de Enero, persiguiendo mariposas por la gris y solitaria ciudad sin árboles y sin flores...vamos, lo que viene siendo estar enamorado como un gilipollas, entonces y sólo entonces, sus tetas pasaban a un segundo plano. Durante esos dias los verdes e hipnóticos ojos de ella tomaban las riendas de mis pensamientos, me secuestraban y me llevaban hasta el Muelle de una Bahía o a una calle llamada Penny Lane o a un Wonderful World, porque, como ya sabrán todos ustedes, llega un día en que uno entiende que abasolutamente todas las canciones las escribió y las cantó un desconocido para ti, incluso años antes de tu nacimiento. el día en que te descubres enamorado suele coincidir con el día que descubres la música.

En el año 1986 la prensa se hacía eco de un importante fenómeno astronómico que iba a cambiar la vida a sus coetáneos convirtiéndolos en auténticos privilegiados porque, señoras y señores, ¡mil novecientos ochenta y seis era el año del Cometa Halley! Las potencia mundiales se afanaron en enviar sondas espaciales para estudiar su composición química porque, según decían, nos aportaría información relevante y vital sobre el origen del Universo,¡como si eso importara a los quince años! Se escribieron libros y guías para entender este fenómeno astronómico, se vendieron telescopios que no alcanzaban ni para ver al vecino de enfrente rascándose las pelotas y se rodaron películas de terror apocalíptico y la astronomía se puso de moda hasta el año siguiente que vendrían a visitarnos otros cometas rasantes que cayeron en el olvido y de los que nadie supo jamás su nombre.

Recuerdo que por aquellos dias el profesor de física y química no dejaba de repetir lo afortunados que éramos pues este fenómeno sucede cada setenta y seis años, año arriba año abajo, claro está. Al instante hice números, (bueno, al instánte es algo exagerado porque los números no son lo mío), y llegué a la conclusión de que la próxima vez que se acercara el dichoso cometa a enseñarnos la colita un servidor de ustedes tendría más o menos noventa años. Si para entonces la salud y las cataratas me respetaban volvería a tener noticias del Halley y recordaría los dias que los que le toqué las tetas a aquella chica. También recuerdo que fue por aquel entonces que pensé en mi muerte por primera vez. Hasta entonces vivía en la más pura inopia pero el maldito Halley hizo que tomara consciencia de mi mortalidad. Con el paso de los años también he comprendido que seguir vivo es estadísticamente y por probabilidades un milagro, aunque mantengo la esperanza de volver a tener noticias de ese cometa y seguir tocando pechos.

domingo, 29 de agosto de 2010

De mis reflexiones de todo a cien.

Los tiempos cambian y uno no tiene siempre claro si será para bien o para mal.

Ahora nos toca vivir,(en esta latitud y longitud del globo terráqueo, claro), el tiempo de lo politicamente correcto en el que la semántica se ha vuelto arma imprescindible para desenvolverse con soltura y cinismo;pero en cambio a la gramática se la ningunea y humilla constantemente como sucede con aquellos que amparados en la excusa del número limitado de caracteres de su juguete tecnológico, se refugian en su ignorancia y comprimen y destruyen las palabras hasta convertirlas en una sucesión de signos impronunciables. De los signo de puntuación mejor ni hablar y con el acento gráfico deberíamos asumir la derrota y claudicar, (yo mismo reconozco que soy incapaz de memorizarlas cuatro reglas básicas de la acentuación y que escribo de "oído").

Pero a lo que iba, que pierdo el hilo de mi argumento: la semántica.

La semántica se define, según la R.A.E, como un adjetivo, perteneciente o relativo al significado de las palabras.

Por ejemplos como el que propondré a continuación es por lo que me maravillo con la semántica.

Es curioso oir en boca de alguien con mentalidad empresarial, mentalidad forjada a golpe de Euro y Másters en ESADE, redefinir el obsoleto concepto de "mano de obra" para rebautizarlo como "fuerza de trabajo" que suena más dinámico e integrador con el único fin de convencernos que la empresa - madre amantísima - necesita de tu amor y de tu fuerza para sobrevivir, aunque personalmente creo que para este concepto ya existe una palabra y esa es la de "accionista"...

Pero esto sólo es un ejemplo más.

El objetivo final de esta corrección politica y semántica es el de no ofender a nadie porque llamar a las cosas por su nombre se ha convertido en un deporte de riesgo y puede ser pernicioso para aquellas epidermis finas y delicadas que se pasan los segundos midiéndolo todo con pie de rey. Pero resulta que pese a tanto esfuerzo y dedicación todo lo que digamos para evitar ofender a nadie acaba ejerciendo un efecto rebote y nos explota en la cara producto de nuestra condescendencia. Y así en un bucle infinito.

Personalmente yo prefiero seguir siendo un gordo con barba y gafas, a un obeso de rostro hirsuto portador de lentes...y mandar "a tomar por el culo" a más de uno y que se cabree conmigo algún colectivo integrista de lo suyo porque vea en esta frase hecha y tan tradicional una muestra de afecto y por ende se queje de su uso peyorativo para vete a saber quién o como insulto, que es lo que es.

domingo, 1 de agosto de 2010

La tónica de cada día.

Como siempre, escribo - o empiezo a escribir- sin tener muy claro de qué va a tratar el texto.

Puedo empezar diciendo que el otro día, Lunes, la botella de agua que llevo en la bolsa, y que compartía sitio con esta libreta, estaba mal cerrada y fue derramando agua durante un rato y que, como consecuencia de ello, el margen inferior izquierdo ahora se encuentra húmedo y arrugado y allí donde antes habitaban letras hay borrones de tinta casi imposibles de descifrar.

Podría continuar explicando que ayer, Martes, pinché las dos ruedas de la bicicleta justo después de la pronunciada bajada que hay al principio del camino que habitualmente realizo, esa bajada en la que tengo que poner toda mi atención si no quiero dar con mi esqueleto en el suelo y rebozarlo de polvo. Obvia decir que las reparaciones me hicieron perder mucho tiempo y que el resto de la tarde fue una etapa contra-reloj.

O también podría contar e intentar expresar la inquietud que he sufrido estos tres últimos dias, Lunes, Martes y Miercoles, con respecto al futuro inmediato de mi situación laboral, pero al fin y al cabo tampoco es este un tema de gran trascendencia. Así que otra vez más tengo que admitir que me pongo a escribir sólo para abstraerme del entorno y pasar el rato mientras me bebo una tónica con dos cubitos de hielo y media rodaja de limón en un vaso ancho y escucho música a través de los auriculares de mi teléfono celular, que ahora no recuerdo si es Eucariota o Procariota.

Ahora estoy en un bar.En la mesa hay un cenicero pero en cambio no hay servilletero - ¡qué habría sido de Lionel Messi en mis circunstancias, ¿estaría ahora jugando a fútbol pudriéndose de la pena en el C.F Mercantil? - así que después de cada sorbo tengo que relamer mi labio superior con la punta de la lengua para que los pelos de mi bigote no queden demasiados mojados y goteen, cosa harto desagradable, y acto seguido tengo que pasar el dedo pulgar de la mano derecha por mis carnosos labios para acabar de secarlos. Cada vez que doy un trago automaticamente repito estas dos acciones.
Abstraído como estoy en la escritura de este texto he tenido que, almenos en dos ocasiones, levantar la mirada de este papel para observar el cielo en un gesto que, aparte de descontracturar las cervicales, pretende conseguir algo de inspiración divina, y en las dos ocasiones he observado como una señora, ya entradita en años y con el rostro surcado por unas cuantas arrugas profundas incapaces de ser disimuladas por la toxina botulínica, me guiñaba un ojo a la vez que chupaba con descarada lascibia la boquilla de su cigarrillo para acto seguido exhalar el humo, pero no de un soplo, sino formando aros casi concéntricos que después se deshacían ascendiendo en irregulares volutas de humo tóxico.
En la segunda vez que he alzado la vista me he vuelto a encontrar con la mirada de la señora clavada en mi, pero esta vez la mjuer ha empezado a toser de tal modo que su rostro ha pasado del color marrón tostado típico de las clases ociosas y puedientes de las gentes del "donwtown" sabadellense, a un color púrpura violentamente violáceo. Entonces he dado un respingo en mi silla de ráfia porque por un instante creí que tendría que sacar mi insignia de la Cruz Roja que me identifica como superhéroe anónimo y obligarme a aplicar mis obsoletos conocimientos pseudomédicos en una improvisada y nauseabunda maniobra de reanimación cardio-pulmonar...¡Y todo por falta de servilletas de papel!

- ¡Por favor! ¿El libro de reclamaciones?

viernes, 11 de junio de 2010

No vaya a ser que me caduque la cuenta...

sábado, 30 de enero de 2010

"Epístolas voladoras"

En algún rincon escondido se supone que me estabas esperando, por eso deambulé por las calles empedradas de la vieja ciudad a ver si por casualidad me tropezaba contigo.Por un instante creí hallarte al apoyarme en una baranda que se asomaba al infinito, pero unas luces que empezaban a brillar a lo lejos debieron espantarte - es lo que quiero creer - y en tu lugar sólo encontré el olor de tu cobardía y la fría huella de mi arrepentimiento...otra vez.

"Entre la matemática y la geometría"

Ella quedó preñada después de una noche bañada en alcohol.Se casaron con prisas. El niño no tuvo la fortuna de nacer en el SENO de una familia acomodada.En casa, cada DOS POR TRES, faltaba el padre que huía del compromiso que se ha de adquirir cuando nace un niño yéndose por la TANGENTE; en cambio, tuvo el amor INFINITO de la madre.
Pasaron los años y fue forjando el carácter POLIÉDRICO que le definió como persona hasta que un mal día un accidente acabó con su vida. Los agentes que instruyeron diligencias no llegaron a entender como era posible que un vehículo se saliera de la carretera en una RECTA tan prolongada, pero la respuesta era sencilla: la misma ECUACIÓN con la que todo empezó; alcohol más prisa igual a accidente.De este modo irónico el destino cerró el CÍRCULO; la figura geométrica perfecta.

"Adverbios vs adjetivos"

Me cansé de buscar adjetivos para describir tu belleza;ahora utilizaré adverbios para relatar un instante contigo, SOLAMENTE adverbios,CONSTANTEMENTE adverbios,adverbios por AQUÍ y adverbios por ALLÍ.¿ACASO será esto posible?Creo que SÍ.
AYER TEMPRANO desayunábamos juntos.Yo estaba sentado COMODAMENTE ENFRENTE de ti, escuchando COMO explicabas cosas tuyas: NUNCA el tiempo pasa TAN rápido COMO CUANDO estoy CERCA de ti.¿Te dije YA que me gustas MUCHO? MUCHO es un adverbio de cantidad.QUIZÁS un día me beses: el CUÁNDO y el CÓMO son interrogaciones si llevan tilde o relativos si no...a los adverbios me refiero, no a tus besos.