martes, 14 de junio de 2011
"Lo peor de ser centauro es ir cagando por el camino"
¿Qué se podía esperar de un tipo que anda por la vida cepillándose yeguas? Pues que te salga una estirpe de hijos pendencieros, groseros, libidinosos y borrachos. Así pues no es de extrañar que si los invitas a tu boda acaben por comportarse como ese cuñado soltero, entradito en años y algo putero, que anda como loco por querer besar a la novia, pero a lo béstia. Y esto es lo que le sucedió al rey de los lápitas en su boda, con la diferencia que a los descendientes de Kentauros y la Jaca Paca se les fueron las manos, perdón, las pezuñas, después de los chupitos y el sorbete de limón y violaron a la novia y secuestraron a las invitadas. Claro está que los lápitas no se tomaron a bien este gesto por parte de los desagradecidos centauros y se montó un "sidral" de un par de cojones que acabó en masacre de centauros y con un excedente de carne de potro en los comercios. Y basicamente este es el motivo por el que ahora ya no nos encontramos a hombres mitad caballo y mitad modelo de pasarela, pero si burros a jornada completa en despedidas de soltero, por poner un ejemplo a vuelapluma.
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1 comentario:
Un poquito de mitología griega a mi manera. Bienvenu!
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