viernes, 17 de abril de 2009

Desdén.

Ella se burlaba de él y le llamaba mariquita porque le escribia poemas de amor. Los escondía entre las hojas de sus cuadernos: "Mi amor es una mariposa y tu eres como una rosa y cuando te miro en ti se posa".

Soledad.

Hace años que no hay beso de despedida por la mañana. Se casó muy joven con un hombre de verdad, de los que no lloran, pero fue valiente y lo abandonó la primera vez que le puso la mano encima.

Melancolía.

¿Es posible añorar aquello que no se tuvo? La respuesta apareció de repente un Sábado, limpiando un armario, en un trozo de papel dentro de un cuaderno viejo: "Mi amor es una mariposa..."

Esperanza.

En el centro comercial hay un tipo firmando libros, un poemario. Ella se acerca y cree reconocer al autor que hay sentado tras la mesa y compra un libro para que se lo dedique-Quizá la reconozca. Al abrir la tapa puede leer en el apartado de dedicatorias del autor lo siguiente:"A mi marido que supo luchar contra los prejucios de la sociedad"

-¡Maricón!-gritó.

Hay gente que no cambia.

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